Me extravié buscando la felicidad, sin darme cuenta que dormía y despertaba junto a ella, regalándome sin avaricia una sonrisa con la primera caricia matinal.
No pude distinguirla en la penumbra espesa de la melancolía acompañada de lágrimas que bañaban mis amaneceres y atardeceres.
Te descuidé tanto que...
abandoné la vida por seguir cargando con el ayer, perdiendo el privilegio de ser feliz con el hoy.
Yanna !!! ¡Has vuelto ...!! ¡qué alegría ! BIENVENIDA !!
ResponderEliminarMuchos besos de cerezas maduras.
FELIZ NOCHE !! :)